El Estudio “Científica en Cifras 2023”, elaborado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia e Innovación en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) muestra que hay un número bastante parejo de hombres y mujeres en las primeras etapas de la carrera investigadora, siendo el 47,3% mujeres y el 52,7% hombres.
Sin embargo, las estadísticas cambian a medida que se avanza en los puestos más altos. Según el estudio, las mujeres solamente representan el 25,6% de estos altos cargos. A medida que aumenta el prestigio de los puestos de investigación, disminuye el número de mujeres que los ocupan.
La docente e investigadora Mónica Bonilla, editora jefe de la revista científica MLS Communication Journal, trabaja cada día para mejorar esas estadísticas. Doctora en Comunicación y con un Máster en Comunicación y Educación Audiovisual por la Universidad de Huelva, Bonilla recibió el premio Fundación ONCE 2023 de la Real Academia de Doctores de España por su investigación relacionada con la inclusividad en la era digital.
La entrevistamos este 8 de marzo con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer para hablar de su trabajo y de la importancia de las mujeres en la investigación:
¿Qué le inspiró para dedicarse al campo científico?
Desde siempre me ha apasionado la educación, el conocimiento y su capacidad para generar cambios en la sociedad. Durante mi formación, me di cuenta de que la investigación no solo implica analizar la realidad y comprender fenómenos, sino también tratar de aportar nuevas perspectivas, así como contribuir a la mejora y concienciación de la sociedad. En mi caso, concretamente, me he centrado en explorar cómo la alfabetización mediática puede influir en la inclusión, la educación y el empoderamiento de distintos colectivos.
¿Qué supone para usted su rol como editora jefe de la revista MLS Communication Journal?
Es un reto y una gran responsabilidad. MLS Communication Journal es un espacio en el que se publican estudios originales que abordan los principales interrogantes, tendencias y desafíos relacionados con la comunicación, por lo que ser parte del equipo de la revista me permite contribuir a la difusión de estudios relacionados con este ámbito.
¿Qué destacaría del tema de investigación de su tesis doctoral?
Mi tesis abordó la inclusión y la discapacidad en la era digital, analizando cómo las redes sociales pueden ser herramientas clave para la educación, la visibilidad y el empoderamiento de las personas con discapacidad. La importancia del tema radica en que la tecnología y la educomunicación pueden tener el potencial de romper barreras y generar mayor accesibilidad para el colectivo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que los recursos mediáticos y digitales, en ocasiones, también pueden ser causantes de situaciones de exclusión, aumentando la brecha digital. Por tanto, creo que la investigación científica en este ámbito es fundamental para garantizar los derechos de las personas con discapacidad y que los avances digitales sean verdaderamente inclusivos para todos y todas.
¿Qué se siente al ser mujer en el campo de la investigación científica?
Es una experiencia enriquecedora, pero que también puede implicar ciertos desafíos. Afortunadamente, considero que la presencia femenina en la investigación ha crecido, lo que nos permite generar redes de apoyo y reconocimiento mutuo. Sin embargo, creo que queda margen de mejora y aún es necesario seguir avanzando en términos de igualdad de oportunidades, visibilidad, reconocimiento y liderazgo en la academia.
¿Por qué cree que es importante que haya mujeres en el campo de la investigación?
Bajo mi punto de vista, la diversidad de perspectivas enriquece el conocimiento. Creo que la ciencia avanza cuando se incluyen diferentes enfoques y creo que es importante que exista la igualdad de oportunidades en el ámbito de la investigación para que todos y todas puedan seguir aportando y contribuir al avance científico. Además, en mi opinión, cuando las niñas y jóvenes ven a mujeres liderando proyectos científicos, publicando investigaciones y ocupando espacios relevantes dentro de la academia, pueden ser más conscientes de que también ellas pueden participar y contribuir en las diferentes disciplinas. Creo que tener referentes puede ayudar a las nuevas generaciones a imaginarse ocupando esos roles.
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